Una genialidad
Fuente original: El Hombre del Cucurucho
Agosto 2008
Nananina comparece por enésima vez a la Tremenda Corte para acusar –también por enésima vez– a Tres Patines por la enésima estafa de la que ha sido víctima producto del enésimo artilugio de prestidigitador empírico de Tres Patines. Se trata, esta vez, del robo de una taquilla de una función de cine benéfica.
Dentro de las averiguaciones del Tremenedo Juez de la Tremenda Corte en el sumario proceso de juzgamiento, Nananina cuestiona al juzgador:
"¿Quiere usted un hombre –refiriéndose a Tres Patines– más careto?
A lo que el Juez contesta lo que siempre le responde:
"No, Nananina, yo lo quiero menos careto, pero es incorregible. Tres Patines no tiene componte, viene todos los días a esta Corte".
Aludido y ofendido, Tres Patines le increpa de vuelta:
"¡¿Pero, chico, qué me dices tú, si también vienes todos los días a la Corte?!"
El juez alza la voz poderosamente y con toda la pompa y majestuosidad de su oficio le dice:
"Sí, pero yo vengo en nombre de la ley a acabar con la delincuencia".
Tres Patines, en una genalidad, lo fulmina con la siguiente eternamente retórica pregunta:
"¿Y de qué van a trabajar los jueces, chico, cuando se acabe la delincuencia?"
-"Secretario, póngale 20 pesos de multa a Tres Patines por razonar de esa manera".