Tres Patines no ha muerto

Fuente original: Revista Esperanza

Autor: Jorge Pulido

La Tremenda Corte

Sus orígenes se remontan al teatro costumbrista cubano de las primeras décadas del siglo pasado, y hoy en día, a más de sesenta años de distancia, “La Tremenda Corte” con el tremendo Juez, la simpática mulata Nananina, el bilioso gallego Rulecindo, y por supuesto, con el incorregible José Candelario "Tres Patines", sigue al aire en la radio hispanohablante.

La Tremenda Corte” se difunde los siete días de la semana en Radio RED (1110 de am) y en Radio Centro (1030 de am) , con retrasmisiones en las emisoras filiales de Grupo Radio Centro en la república Mexicana; lo mismo que en América Latina y Miami. Es tal la popularidad de esta longeva serie radiofónica que en la actualidad se distribuyen copias en DVD de los programas televisivos de "La Tremenda Corte", ADEMÁS, en internet hay una página exclusiva con 94 capítulos originales y un puñado de canciones rumberas grabadas por el propio Leopoldo Fernández: www.latinamericanstudies.org/trespatines.htm

A pesar de que sus casi 300 programas grabados se repiten y repiten año tras año, no resultan aburridos; el ingenioso humor de sus libretos y la chispa espontánea del cuadro de actores, con todos sus creativos juegos de palabras y las bien empalmadas versificaciones del señor juez a la hora de dictar sentencia, hacen de la serie radiofónica un programa sumamente ameno, que hasta al más adusto y amargoso le arranca una sonrisa.

La Tremenda Corte”, no sólo es un programa humorístico fuera de serie, también es toda una escuela de producción radiofónica donde la imaginación es la materia prima apoyada en los bien encadenados diálogos de cada uno de los personajes, las intenciones de la voz y los contadísimos efectos sonoros, que transportan a los radioescuchas al escenario mismo del juzgado. Tres Patines, el bandolero de marras que le saca canas verdes al tremendo juez de "La Tremenda Corte", es un personaje irrepetible que, seguramente, por su disparatado y alrevesado vocabulario, en mucho sirvió de paradigma a nuestro inmortal Cantinflas.

De acuerdo al testimonio vivencial de Pepe González, destacado músico mexicano ciego, locutor, y productor radiofónico, de 62 años de edad, señala:

"Yo escuchaba en mi infancia dos series, que realmente son la misma cosa: "Se soltó el loco", con Pototo, y "La Tremenda Corte", con Tres Patines. En los primeros capítulos de esta serie no aparece todavía el personaje del gallego Rudecindo Caldeiro y Escobiña. Lo que sí dicen es que en las obras de teatro costumbrista cubano que vinieron incluso a México, entre 1919 y los años 30, existían los personajes del gallego, el chino y la mulata".

Allá en los años cuarenta, cuando todavía no llegaban las grabadoras a la isla de Cuba y los programas de radio se hacían en vivo, se escuchaba a Pototo y Filomeno, personajes encarnados precisamente por Leopoldo Fernández y Aníbal de Mar, que más adelante dieron vida a Tres Patines y al Señor Juez. "Se soltó el Loco" era una sátira radiofónica donde se recreaba la vida y costumbres de los cubanos por aquellos días.

Fue el productor mexicano modesto Vázquez quien, en la década de los años cincuenta, trajo a nuestro país “La Tremenda Corte”. Se la presentó a Rafael Cutberto Navarro, en ese tiempo dueño de la radiodifusora capitalina RCN, y luego de escuchar uno de los capítulos de la serie no tuvo empacho en programarla, vislumbrando desde ese momento el éxito que tendría entre los radioescuchas mexicanos.

Exilio forzoso

¿Quién fue en vida Leopoldo Fernández, el célebre "Tres Patines"?

Este singular comediante nació en Jagüey Grande, Cuba, el 26 de Diciembre de 1904. Cuando era todavía un niño debió abandonar sus estudios y ponerse a trabajar como repartidor de pan, para ayudar a la economía familiar.

Su afán de superación lo llevó a hacerse telegrafista, oficio que luego cambió por el de tabaquero en la pequeña ciudad de Güines, al sur de La Habana. En esa industria fue parte de toda una tradición, se convirtió en lector de tabaquería, trabajo que consiste en leer periódicos, revistas y libros a los empleados encargados de la elaboración de puros y vitolas, para aligerarles la faena.

En 1926 regresó a Jagüey Grande y formó una compañía teatral con unos amigos. El reencuentro con su ciudad natal coincidió con el paso de la compañía mexicana de teatro de Blanquita Gómez, que lo contrató para que se integrara en ese momento a su caravana artística que recorría entonces toda la isla criolla.

Más adelante, Leopoldo Fernández regresó a Jagüey Grande en cuanto concluyó la gira y se reincorporó de inmediato a su compañía istriónica. Luego viajó a La Habana y conoció a otros actores que ya eran en esos días grandes figuras del teatro vernáculo cubano, como Candita Quintana, Federico Piquero, Alberto Garrido y Mimí Cal, que encarnó a "Nananina" en La "Tremenda Corte", y quien fue su esposa en la vida real por espacio de 16 años.

Así comenzó, para Leopoldo Fernández, el ascenso hacia la cúspide de la fama. En breve fue contratado para trabajar en Puerto Rico, Colombia, República Dominicana y Venezuela, país en el que tuvo una gran acogida y trabajó durante siete años. Ya de regreso en su país, en 1939, conoció a Cástor Vispo, escritor, y a Mario Barral, productor.

En esa época participó en varias películas junto a su amigo de siempre Aníbal de Mar, como "Hotel de Muchachas", "Olé Cuba", y tantas más que con el paso del tiempo se han perdido en el olvido.

En 1941, la emisora de radio "RHC Cadena Azul" difundió por primera vez "La Tremenda Corte", convirtiéndose a la postre en el programa más escuchado en toda América Latina. Sin embargo, su trascendencia fue borrada por completo del panorama artístico de la Cuba de Fidel Castro, y la serie humorística fue descatalogada de la programación de la "CMQ, La Voz de las Antillas" (hoy por hoy la emisora de mayor prestigio y arraigo en dicho país), tras nacionalizarse la radiodifusión de la isla, hace mas de cuatro décadas; no obstante, en fechas recientes se produjo en la televisión cubana, una parodia llamada "Jura decir la verdad", inspirada precisamente en la popular saga radiofónica de "Tres Patines", y que a juicio de la crítica especializada "no le llega ni a los talones a "La Tremenda Corte".

Leopoldo Fernández también estampó su sello artístico en el personaje de “Pototo”, que en el año 1955, pasó de la radio a la televisión como "El Show de Pototo y Filomeno".

En 1959, tras el derrocamiento de Fulgencio Batista y la llegada al gobierno cubano de Fidel Castro, sobrevino todo un cataclismo para muchos artistas de su época , que acostumbraban a criticar a los políticos por medio de su arte, con fino humor y punzante picardía. De esta suerte, Leopoldo Fernández emigró de Cuba para establecerse en Miami.

Su llegada a Miami, junto a tantos artistas cubanos, fue crítica, debido a muchos factores de la época, como el idioma y la falta deescenarios para desenvolverse artísticamente, lo cual llevó a la mayoría de histriones cubanos a realizar trabajos que no tenían nada que ver con su profesión.

Ya en Miami, donde falleció el 11 de noviembre de 1985, se incorporó a los repartos teatrales de actores y actrices norteamericanos junto con otros artistas cubanos. Poco tiempo después, comenzaron a trasmitirse desde los Estados Unidos los capítulos de "La Tremenda corte, que antes de emigrar de la isla fueron comprados a la CMQ por un empresario cubano a un precio verdaderamente irrisorio. Más adelante, Leopoldo Fernández protagonizó una película: "Tres Patines en Acción", dirigida por Manny San Fernando, que fue rodada en Puerto Rico y Florida.

Rabieta jocosa

El maestro Luis Robira Martínez, conductor en Radio RED del extinto programa: "Sábado, Ritmo y Sabor", comentó en una de sus emisiones lo siguiente:

En cierta medida, la temática, las ideas y los personajes están extraídos del teatro costumbrista cubano. Siempre existió ahí la imagen del negrito, de la mulata sandunguera, del chino y de todos estos personajes que retrataban por medio del humor blanco, sin doble sentido ni palabras altisonantes, la vida en la sociedad cubana deaquella época.

En la Tremenda Corte aparecía de vez en cuando el personaje del chino, que lo hacía Wong, y la mulata "Nananina". Leopoldo era "Pototo", (posteriormente: "Tres Patines") Era el antisocial que siempre estaba acusado por sus trasgresiones a las leyes imperantes. También participaron en la serie personajes secundarios. En estos libretos de Cástor Vispo trabajaron, entre otros actores, Reinaldo Miravalle, Wilfredo Fernández, quienes, en la Tremenda Corte caracterizaron a: Simplicio Bobadilla y Comejaiba, al poeta Perico Campoflorido y Cantoamor y a muchos otros personajes incidentales.

En cuanto a la serie original, me han contado los que fueron operadores de audio, entre ellos el señor Emilio García Ríos, que este programa tenía mucha demanda en toda América Latina. Se transmitía de lunes a viernes, y era patrocinado por una firma de productos de perfumería y jabones. Se grababa cuando estaba saliendo al aire en un estudio habilitado para eso, e inmediatamente que se grababa, se tomaba esa matriz y pasaba a otro estudio donde se reproducía diez o doce veces. Estas copias se vendían en Venezuela, Costa Rica, Panamá, Colombia, Puerto Rico y otros países.

Incluso, todavía hace unos cuantos años se vendieron en casetes de audio muchos de estos programas. Dicha serie radiofónica, aunque no fue la primera ni la única, fue pionera de todos los espectáculos humorísticos en este medio de comunicación, en el que se reunió a todo un grupo de talentosos actores.

En virtud de que el libreto se hacía a diario, se cuentan anécdotas, como la de que había ocasiones que era casi la hora de empezar el programa y los libretos no estaban terminados. Una persona que estuvo trabajando de copista de los libretos, cuenta que al terminar los repartía y se hacía el ensayo, para después salir al aire. En una ocasión, Leopoldo Fernández tuvo una discusión con Cástor Vispo, y de forma jocosa le dijo: -quédate tranquilo, que a nosotros no nos hace falta un escritor para hacer el programa. Entonces, Leopoldo rompió los libretos de todos los actores cinco minutos antes de la salida al aire. Así se hizo un programa sin libreto previo. Esto da la medida de el talento de estos señores. "La Tremenda Corte" sentó pautas en el humorismo radiofónico de Cuba y, sin lugar a dudas, de toda nuestra América Latina.

Le dieron varios premios a Cástor Vispo como libretista y a Leopoldo Fernández como actor cómico en los años 40 en Cuba.

En los años 50, la popularidad que tuvieron Leopoldo Fernández y Aníbal De Mar fue enorme. Incluso, hay un LP de canciones interpretadas por ellos, con la orquesta charanga "Melodías del 40", con números como: "Ahorita va a llover", "Carta de Mamita", "Vigilante Pototo", "Tú ves, yo no lloro", "No mojen a la materia", y otros. También grabaron con un conjunto de música campesina, el de Miguel Ojeda. Era un conjunto de cuerdas y con ese hicieron otro L.P., que a la fecha ya no existen en el mercado.

También se presentaron en televisión como cantantes, acompañados por "Melodías del 40", en los programas: "El Casino de la Alegría", de la CMQ, "Jueves de Partagás", de la misma radiodifusora. Asimismo realizaron giras bailables por el país, pues ya eran personajes muy populares y queridos por el pueblo de Cuba. Hicieron pocas giras, porque el trabajo de la radio los tenía atados.

Mimí, Leopoldo y Aníbal eran también actores de primera línea en teatro y televisión, y por eso mismo no pudieron hacer una mayor proyección de "La Tremenda Corte". El radio, sobre todo en la CMQ, en ese tiempo, era muy bien pagado, no como el teatro

Funeral por partida doble

Por su parte, el periodista cubano Enrique núñez Rodríguez dice, refiriéndose a Cástor Vispo: "para mí ha sido el mejor escritor de humor en la radio de todos los tiempos en Cuba", autor de El barón del Calzoncillo:

Los trágicos amoríos
del barón y la barona
drama de tintes sombríos
que horroriza, que emociona,
y que causa escalofríos.

Cástor Vispo fue el más cubano de los gallegos que vinieron a residir en Cuba a raíz de la derrota de la República en la Guerra Civil española. También escribió para la radio cubana el programa en versos, "El vigilante Tiburcio Santa María de la Novena Estación".

Fue, y sigue siendo, el mejor autor humorístico radial de todos los tiempos en nuestro país. Sólo podría discutirle esa condición Alberto Luberta que ha mantenido durante más de treinta años el espacio radial Alegrías de sobremesa, pero Luberta está de acuerdo conmigo en esta clasificación de Vispo. Maestro en el retruécano y en delinear situaciones de la picaresca criolla.

"La tremenda Corte" es y seguirá siendo por siempre el espectáculo de la radio más netamente cubano, escrito por mi amigo el gallego Cástor Vispo y Villardefranco, que reposa para siempre, según propia decisión, en el Cementerio de Colón en La Habana. Voluntad con la que hizo palpable su íntima decisión de ser cubano".

Ante el avasallante éxito de “La Tremenda Corte”, transmitida inicialmente en nuestro ámbito geográfico en XERCN (Radio Cadena Nacional), y a partir de los años 70 en Radio RED; en 1969, el entonces Canal 8 de Televisión Independiente de México, proyectó en la pantalla chica una efímera versión de esta serie. No tuvo éxito, contrariamente a lo esperado, porque La Tremenda corte es producto de la imaginación y los radioescuchas conciben a sus personajes a su entero gusto y medida.

A la fecha todos los actores principales de "La Tremenda Corte" ya murieron, incluso Miguel Ángel Herrera, el secretario del juzgado, que muy poco hablaba en la serie pero también era pieza vital en el elénco.

Nos relató Pepe González, acucioso investigador de la historia de la radiodifusión mexicana, que cuando murió Aníbal de Mar fueron a velarlo, y en el camino un auto atropelló a Adolfo Otero (el gallego Rulecindo) quien también murió. Así que en esa ocasión se velaron a dos actores de La Tremenda Corte.

Hoy en día, “La Tremenda Corte” sigue en el gusto de chicos y grandes, y no dudamos que seguirá al aire durante muchos, muchísimos años más, pues difícilmente otra producción radiofónica humorística podrá superarla". –Así lo subrayó el veterano productor, locutor y programador regiomontano, Ramiro Garza.

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