Cástor Vispo Villardefrancos
Cástor Vispo fue el creador del programa “La Tremenda Corte”. Él era originario de La Coruña, España, nació en dicha localidad el 15 de junio de 1907. Dejó su lugar nativo a la edad de 18 años, para reunirse con sus familiares, que se encontraban en la isla de Cuba.
Vispo aprendió y comprendió las esencias de la cultura popular cubana de aquellos tiempos, se identificó con la idiosincrasia, dichos y modismos del pícaro cubano y supo como volcarlas paulatinamente a través de personajes, lo cual es algo destacable pues sin ser cubano, hizo un humor muy cubano.
En sus inicios trabajó en la administración del periódico “El Universal”, en las oficinas de un almacén y en los tiempos libres, escribía.
Su historia se vincula también desde las primeras décadas del siglo XX, con la prensa escrita, la caricatura, el teatro y la radio cubanas, aunque para muchos fue solo el guionista radial.
Al surgir el semanario “La Semana”, Vispo envió al mismo unos versos que no se publicaron pero que le valieron su ingreso en la redacción y más tarde sus creaciones serían leídas en toda Cuba. En dicha publicación creó el inolvidable personaje denominado “El Barón del calzoncillo encantado” que más adelante adaptó (1948-1949) para RHC Cadena Azul.
En 1937, tras el boom mediático de “Las Aventuras de Chan Li Po” en CMK, Radiodifusión O’Shea, Cástor Vispo, estrenó en la misma emisora la serie humorística “Rudersindo Rodríguez, Rudy Rod” con el apelativo del detective gallego de Santa Marta de Ortigueira, que curiosamente fue interpretado igualmente por Aníbal de Mar, -Chan Li Po- y después en Abril de 1940, le tocó el turno a “Pepe el Cortao”; sendas parodias de la referida obra de Caignet y de las ya famosas aventuras de “Pepe Cortés” de Aramís del Real.
El 29 de agosto de 1938, Vispo deviene como co-fundador del Semanario humorístico “Zig Zag”
Para 1941, gestó “La Tremenda Corte”, su éxito definitivo en el ámbito radial y su ingreso a las tablas, escenario donde simultaneó diversos éxitos mediáticos. Esta obra con múltiples réplicas a través del tiempo en la Radio cubana, ha circulado también por variados espacios culturales en América Latina.
En 1944, se estrenó en el cine Fausto de Ciudad Habana, el filme “Hitler soy yo”, considerado como uno de los mejores filmes hechos hasta entonces y que contó con el guión de Vispo.
En 1947 obtuvo en Cuba un premio al compositor más destacado del año.
En 1948, entre otros espectáculos humorísticos para RHC Cadena Azul, Vispo creó: “Tiburcio Santamaría: El vigilante poeta de la novena Estación de Policía”, y posteriormente “La verdad desnuda”.
Se dijo que Vispo sudaba la gota gorda escribiendo cada uno de sus insuperables guiones radiales de “La Tremenda Corte".
Y no podía ser de otra manera. Para llenar un libreto radial de media hora hay que escribir muchas cuartillas, y “La Tremenda Corte” estuvo en el aire sin interrupción desde 1942 a 1961, primero en RHC Cadena Azul y más tarde en CMQ, y su creador y único escritor fue Castor Vispo.
En virtud de que el libreto se hacía a diario, se cuentan anécdotas como la de que en ocasiones cuando casi era hora de empezar el programa los libretos no estaban terminados. Una persona que trabajó de copista de los libretos, cuenta que al terminar los repartía y se hacía el ensayo, para después salir al aire.
En una ocasión, Leopoldo Fernández discutió con Cástor Vispo y, de forma jocosa, le dijo: --“quédate tranquilo, a nosotros no nos hace falta un escritor para hacer el programa”--. Entonces, Leopoldo rompió los libretos de todos los actores cinco minutos antes de salir al aire. Así se hizo un programa sin libreto previo. Esto da la medida del talento de estos señores.
La Tremenda Corte sentó pautas en el humorismo radiofónico de Cuba y, sin lugar a dudas, de nuestra América Latina. Le dieron varios premios a Cástor Vispo como libretista y a Leopoldo Fernández como actor cómico en los años 40 en Cuba.
A Vispo por mucho tiempo se le consideró como el mejor autor humorístico radial de todos los tiempos en Cuba. Además varias comedias suyas fueron representadas en el Teatro "Martí" en 1942 por la compañía de teatro Leopoldo Fernández. Fue alguien muy brillante y tuvo mucha influencia sobre los guionistas radiales. Cabe resaltar que Vispo nunca utilizó sus personajes para que se insultaran o utilizaran expresiones de doble sentido vulgar, eso tiene mucho mérito y es algo que los humoristas de hoy en día deberían imitar.
De acuerdo con un reportaje en Cubanet.org, Víspo falleció en La Habana el 1 de octubre de 1973 a los 66 años de edad.